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LA IMPORTANCIA DEL CONTROL CIUDADANO EN LA EJECUCIÓN DE OBRAS Y EN LA CONTRATCIÓN DE BIENES Y SERVICIOS

En los últimos días, la Organización de Estados Americanos (OEA) le ha otorgado a nuestro país el Premio Interamericano a la innovación para la Gestión Pública Efectiva 2020, galardón creado por este organismo que aglutina a las naciones de la orbe americana, debido a que esta iniciativa creada por la Contraloría General de la República bajo el programa Monitores Ciudadanos de Control en la Supervisión de Obras (MMC), promueve la vigilancia ciudadana a través del control social en la supervisión de obras.

Este programa, que desde ya ha resultado sumamente eficiente, se hizo merecedor al premio otorgado en la categoría de innovación en el Gobierno Abierto referida al conjunto de iniciativas y estrategias de las administraciones públicas cuya finalidad es garantizar a la ciudadanía en su conjunto el acceso e incidencia sobre datos, decisiones y servicios públicos en el marco de una administración pública abierta.

En ese sentido, el reconocimiento esta basado en el plausible y eficiente trabajo que realizan los Monitores Ciudadanos de Control quienes son ciudadanos voluntarios que realizan control social en obras públicas y los procesos o procedimientos para las contrataciones de bienes y servicios públicos e intervenciones que involucren recursos públicos en las entidades sujetas al Sistema Nacional de Control, quienes en la actualidad se encuentran desplegados en 24 regiones del país, sumando en total mas de 12 mil ciudadanos acreditados, habiendo en su conjunto efectuado inicialmente 32 mil vigilancias remotas sobre publicaciones en el Sistema Electrónico de las Contrataciones del Estado (SEACE), fundamentalmente en lo que atañe a la ejecución de obras públicas y la contratación para la adquisición y distribución de canastas familiares en estos tiempos de pandemia, entre otros procedimientos que han generado  sospechas pasibles de ser investigadas por el órgano de control gubernamental, en este caso la Contraloría General de la República que viene realizando una labor sigilosa, lo cual a la luz de las evidencias vienen dando los resultados esperados, no sólo disuasivo sino de un efecto preponderante e imperativo para que la acción de la justicia sea diligente y eficaz, como se puede apreciar con los allanamientos que se vienen llevando a cabo entre gallos y media noche, donde cómplices y actores principales del presunto acto corrupto – por decir lo menos -, son trasladados para cumplir con las medidas coercitivas correspondientes, debido a su accionar deshonesto plagado de estrategias delincuenciales, las mismas que en la mayoría de los casos son realizadas por organizaciones criminales plenamente identificadas.

No queda más que asentir, que la vigilancia ciudadana será cada vez más fuerte y perseverante, por cuanto el contar con el respaldo del ente contralor, quien viene realizando una labor silenciosa pero acertada, permite a los ciudadanos involucrados en esta lucha frontal empoderarse y actuar con proactividad para complementar la indagación fáctica preponderante para lograr la identificación de todo aquel que pretenda arrebatarnos – hoy más que antes – nuestras necesidades básicas y los dineros asignados para lograr la mejora de nuestra calidad de vida, para lo cual hacen uso y abuso de la autoridad conferida o el cargo confiado