📢 OPININAMOS

LAS PARADOJAS ELECTORALES. LOS QUE DESTRUYERON AHORA PRETENDEN RECOCONSTRUIR LO DAÑADO 

Según la definición de la palabra paradoja, esta se define como un “dicho o hecho que parece contrario a la lógica”, es decir, por ejemplo: el que dice perseguir la corrupción teniendo atisbos de ser corrupto, su accionar es una extraña paradoja fuera de una lógica prevalente y racional.   

 En ese sentido, debemos recordar que desde hace una década, la dinastía fujimorista presuntamente corrupta, hoy liderada por Keiko Fujimori Higuchi, viene pugnando por emular a su padre – hasta hoy encarcelado Alberto Fujimori -, para ocupar el sillón presidencial, propósito que a pesar de sus denodados esfuerzos y sacrificadas jornadas proselitistas realizadas con tesón y a brazo partido, no ha podido hacer realidad su sueño de ser la primera dama que dirija los destinos de nuestro país.

Dicho todo ello, resulta paradójico y difícil de aceptar que la señora K, con la mochila  pesada a cuestas, plagada de desmadres presuntamente corruptos, con encarcelamientos sucesivos y acusaciones que podrían ser pasibles de ser condenada con la privación de su libertad con no menos una década efectiva, hoy en día, no solo está tratando de impedir volver a las huestes carcelarias, sino que, con un total desparpajo, enarbola las banderas de la honestidad, la lucha contra la corrupción y la igualdad social como así lo hizo su progenitor, quien  con mayor énfasis en el segundo quinquenio de su gobierno, hizo y deshizo del poder absoluto que ostentaba,  saqueando sistemáticamente los dineros en efectivo del erario nacional  sin escrúpulo alguno y sin mediar reparo alguno, encajonando y sustrayendo lingotes de oro como si fueran barras de chocolate, y lo que es más, con su compinche Montesinos, mandar torturar y asesinar a discreción a culpables e inocentes, niños mujeres y varones, realizando esterilizaciones forzadas, comprado conciencias políticas,  líneas periodísticas de medios de toda índole, y, como fin de una fiesta malvada, fugar de la nación donde dice haber nacido, recalando en el país en el cual su madre lo podría haber parido, para luego, como prólogo de su accionar insano e inaceptable,  renunciar al máximo cargo público por fax.

Ahora resulta que la señora K, aplicando los mismos artificios que su padre, es decir, victimizándose y poniendo todas sus acusaciones y actitudes presuntamente corruptas bajo la alfombra, como así también su accionar obstruccionista cuando lideró la bancada integrada por 73 congresistas de su partido, pregona por calles y plazas y en ciertos medios informativos de prensa alineados, que su lucha es por la democracia y la estabilidad política del país, a las cuales destruyó cuando el poder la obnubiló plagado de un revanchismo y una frustración reiterada, utilizando para tal fin los chats creados para manipular y titeretear a sus sumisos congresistas, generando el tremendo descalabro de nuestra democracia y la estabilidad política, causando incluso indecisión y zozobra que en estos tiempos de pandemia nos tiene entre la espada y la pared, que si bien no votamos por ella, moriremos en una UCI, o los terrucos y los comunistas nos mataran, es decir, esta frustrada candidata asume que ella es una demócrata a carta cabal y honesta de extremo a extremo, cuando bien sabemos que es todo lo contrario, “pruebas al canto”.

No queda duda que la preocupación y el miedo y el síndrome de perder una tercera elección es preponderante, no solo por que sino triunfa será la compañera fiel de Lourdes Flores – hoy también su confesa defensora -, sino porque más rápido que inmediatamente, tendrá que hacer maletas y ser trasladada a donde estuvo tres veces confinada, según ella, elevando su voz al cielo, reflexionando sobre su pasado y su futuro incierto,  limpiando su alma de sus pecados cometidos y llorando y clamando perdón al divino hacedor por lo mal que se comportó y por lo farisea que resultó ser.

Allí están los resultados, hasta hoy el pueblo no la quiere, sus adherentes políticos dicen que votaran por ella por ser el “mal menor”, al final, como siempre, estos candidatillos caminan contra el sentido lógico, manifestando su adhesión a la candidata por ser el tal cual, es decir, que por lo que fuere, estos sesudos líderes políticos emitirán su voto por alguien que en definitiva es un mal, sin pensar que, si llega al poder, podría convertirse rápidamente en el “mal mayor”. Que Dios y la patria os lo demande.