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“EL PEZ POR SU PROPIA BOCA MUERE”

Luego que el presidente del Consejo de Ministros, Guido Bellido, saliera a lanzar la propuesta de renegociar el contrato de concesión con el Consorcio Camisea y poner en el tapete una – casi negada – expropiación de los asentamientos gasíferos con los que cuenta nuestro país, al unisonó y en un coro altisonantes, la mayoría de tiendas políticas abanderados por sus lideres partidarios, cambiaron su discurso electorero y procedieron a oponerse a una propuesta equilibrada de renegociar utilidades con el agente operados de los yacimientos gasíferos donde, por cierto, se almacenan ingentes cantidades de gas natural que en el transcurrir de 30 años, terminaríamos de extraer.

Las voces de algunos lideres históricos y otros de estirpe convenido, contrarios a la propuesta de Guido Bellido, no se hicieron esperar, utilizando para ello medios informativos, redes sociales, plazas y parques y cuanta plataforma pudieron usar, tal es así que, mostraron su desdén clasista y racista y se lanzaron, según ellos, a luchar contra una expropiación insensata, cuando esta era una prerrogativa si la renegociación no llegara a un buen puerto, lo cual resulta casi imposible de hacerla realidad, pero para los sesudos lideres ya era un hecho ad portas de ser consumado.

¿Qué significa renegociar? Según el diccionario español su significado es: “Volver a negociar una cosa para introducir alguna modificación” es lo que plantearon la mayoría de los candidatos en las recientes justas electorales, como por ejemplo Rafael López Aliaga, Julio Guzmán, Yony Lezcano y Hernando de Soto, como así también el líder histórico del partido Alianza para El Progreso Cesar Acuña, quien expresamente expuso en su campaña electoral que lo que sucedía con la explotación de nuestro gas “Era un abuso. Nosotros somos productores de gas, y la verdad es que no debería importarse porque no hay acuerdos que benefician al país. Tenemos que hacer un estudio y reajustar todo”, así lo dijo. Que decía Keiko Fujimori líder de Fuerza Popular ad portas de su tercera derrota electoral: “Queremos poder investigar y renegociar los contratos del gas de Camisea. Sabemos hoy que las regalías que recibe el Perú son mínimas. Queremos saber qué contrato firmó Pedro Pablo Kuczynski”, lo dijo y lo confirmó en su desesperación de alcanzar el frustrado sillón presidencial. El líder de Acción Popular, intolerante y flemático él Alfredo Barnechea, quien por cierto no logró su candidatura en las justas electorales internas del tradicional partido de la lampa, se manifestaba en contrario de una expropiación, pero si mostraba su interés en llegar a una renegociación con el operador y concesionario de los yacimientos gasíferos diciendo: “Yo no planteo expropiar nada, yo no planteo desconocer los contratos, sino renegociarlos para que nosotros podamos supervisar los precios de referencia. Voy a negociar los contratos”, así se expresó. Hernando de Soto candidato de ocasión del partido Avanza País, dijo sutilmente y con su característico e ineficaz tecnicismo, como siempre lo suele hacer, dijo: “Se puede cambiar cualquier aspecto monopólico que no le permite al Estado modificar la situación del gas. El problema con Camisea es que no hay con qué compararlo, eso ya no debe ocurrir”, es lo que dijo en plena campaña electoral adversa para él.

Dicho todo ello, cabe hacerse la pregunta del millón. ¿Por qué cuando si bien el presidente Castillo o el premier Bellido tratan el tema de una renegociación de las utilidades que percibe el concesionario del gas, todos los que dicen buscar la justicia social, la igualdad convivencial de los peruanos y el bienestar del pueblo, al unisonó con voz engolada revestida de soberbia y del mal invasivo de la soberbia y el interés partidario, se oponen a lo que ellos propusieron y  ofrecieron en sus campañas electoreras plagadas de mentiras y de una falacia patriótica, no será que nos querían vender “gato por liebre”, o como siempre, con el engaño a cuestas, lograr el tan ansiado propósito – negado por cierto -, de ocupar la casa de Pizarro entrando por la puerta falsa, al parecer, es lo que pretendían, en este caso especifico como así lo hizo el inolvidable Ollanta Humala Tasso, quien utilizó como caballo de batalla la famosa bajada del gas doméstico que nunca se dio, y que muy por el contrario, haciendo uso y abuso de la autoridad conferida, renegoció el Lote 88 de donde hoy en día extraen gas para el consumo interno que, como bien sabemos, a pesar de la última baja del precio por balón, este sigue siendo un preció oneroso para la economía familiar.

Reza el dicho popular, “el pez por su propia boca muere”, las razones y los dichos son suficientes, el doble rasero electoral es prevalente y engañoso en su condición del tiempo y espacio en el que se utilice, las pruebas están al canto, los que hoy se rasgan las vestiduras y se oponen sin recordar lo que dijeron, hoy son los propulsores del caos, la zozobra y el desconcierto, eso es lo que lo hacen bien, lo articulan y lo propenden, lo demás, “es puro cuento”.