📢 OPINAMOS

EL VARIOPINTO E INCIERTO PROCESO ELECTORAL

A pocos días de llevarse a cabo la elección presidencial y parlamentaria en nuestro país, nos encontramos en medio de una incertidumbre extrema, y por qué no, acompañados con la muerte producto de la acción desmedida de un virus mutante e incontenible.

Las últimas encuestas que por cierto son desproporcionadas y controversiales entre sí, vienen colocando en la palestra a ciertos candidatos que – según ellas –, tienen mayor aceptación en el electorado nacional, quienes, a pesar de estar punteando la competencia, no la tienen segura para lograr alcanzar el sillón presidencial en una segunda vuelta, que, por cierto, se tiene que dar. El escenario electoral en curso, siendo variopinto y plagado de una inestabilidad absoluta, nos muestra candidatos punteros de diferente rasero e ideologías controversiales, los mismos que siendo tal cual, a días de la elección popular, están logrando una inestabilidad marcada en los votantes para decidir, lo que se ve reflejada en el alto porcentaje de electores que aún no la tienen clara a quien elegir, o que si la tienen, pueden cambiar la orientación de su voto u optar por darle “un voto útil” a cualquiera de ellos producto de viciar o dejar en blanco la cedula electoral, que al final del escrutinio, se convierta en voto valido y por ende, definir quienes en un segundo combate eleccionario alcancen el sillón presidencial.

 En este contexto, nos encontramos en un escenario político electoral atípico, no por que las ofertas y la modalidad mentirosa de convencimiento haya sido mejor estructurada, si no por que siendo la misma, aparecieron personajes con posiciones políticas extremas de ultraderecha y otros, con la ideología izquierdista extremista  - ambas lesivas para los fines que perseguimos – no permitirán superar los embates del mal pandémico que hoy no sólo nos contamina y arrebata la vida humana, sino que por sostener sus intereses e ideales inconsecuentes, lograran colocarnos  al filo de nuestras vidas, del descalabro económico, la desigualdad social, continuando y sosteniendo indecentemente del repetitivo arrebato del dinero que no es suyo, el cual  – siendo nuestro – hoy en día nos hace tanta falta para palear los momentos adversos e intensos que hoy en día nos toca vivir, aplicando para tal fin, estrategias corruptas llenas de maldad y sobrevalorada criminalidad.

A pocos días de ser participes del proceso electoral, mal etiquetada como una fiesta democrática, nos toca ser más reflexivos e intuitivos al momento de sellar con el voto nuestro destino convivencial. No sería dable emitir un voto al azar o por cumplir, es el momento de asentir que casi siempre ejercimos nuestro derecho a elegir equivocadamente – allí están las pruebas -, votemos con el futuro de nuestras vidas en las manos, el lapicero servil bien direccionado y nuestra conciencia reguladora de nuestra intención - hasta hoy inalcanzable -, para elegir a quien nos haga el bien y a aquellos que legislen en favor del bien común.

SI PODEMOS