OPINAMOS : Por qué en el Perú hay más pobres

 

 Por qué en el Perú hay más pobres

Por: Jorge Chávez Pita

Consultor

Los  estándares de calidad de vida de una población, marcan indubitablemente los niveles socioeconómicos de un país, los cuales se identifican por el ingreso percapita que fluyen en sentidos opuestos a favor o en contra de quienes lo mantienen, es decir, los que más lo tienen, bien se sostienen o no dejan de crecer y, los que menos lo perciben, van decantando en un hoyo cada vez más profundo, para engrandecer la clase pobre o estirar el segmento de la población considerada como extremadamente pobre, donde reina el hambre, la necesidad y el olvido de quienes dicen gobernar en favor de los más necesitados.

En el Perú, el sostenido crecimiento de la pobreza, se genera por las ineficientes e ineficaces políticas públicas, la demagogia y la mentira de sus gobernantes y el robo instrumentalizado - cada vez más normalizado - de los dineros de las arcas del Estado, esto último, producido, por cierto, por aquellos personajes que usufructuando el cargo o las funciones encargadas, se apropian con malas mañas e ímpetus delincuenciales de los recursos que si bien no sobran, tampoco faltan en el Perú.

Las carencias económicas, los ineficientes sistemas de salud y educación, son la marca indeleble para asentir que, en el Perú, hay cada vez más pobres porque el dinero no circula, los servicios básicos de necesidad imperativa no cumplen su rol a cabalidad y, por decir lo menos, no existen y si los hay, son espejismos de un paraíso donde al parecer cumplen con sus funciones mínimamente necesarias, pero resulta que no es así. En síntesis, cada vez hay menos dinero para gastar, los servicios básicos son más precarios y menos coberturados, todo ello producto del accionar ineficaz e indecente de los operadores que fungen ser propulsores de la justicia social y la búsqueda del bienestar general.

La adaptada realidad lacerante que hoy se mantiene en el Perú, coloca a su ciudadanía en un estado de indefensión absoluta y de una irracional situación desdeñable que proviene de la negativa actitud del aparato gubernamental y la clase política, los cuales en conjunto actúan con un desdén imperdonable y una irracional actitud de ensanchar la brecha de los más pobres de su país.